CHRISTOPER LEIVA VEGA
Corría el 2006 cuando me despedía de cuarto medio. Recuerdo que el ambiente escolar era muy grato, y la relación con mis profesores era cercana, empática y que me daban palabras de aliento hasta el último día de clases.
Luego de más de 10 años que dejé mi amado liceo, puedo mirar hacia atrás y entender que mi vocación de profesor nació ahí, ya que siempre quise replicar ese cariño, preocupación, amor por la docencia, ayudar a otras personas crecer y a creer en sí mismos.
Ahora en mi segundo hogar, puedo llevar a cabo mi sueño de enseñar no solo inglés como lengua extranjera, si no también ayudar a todos mis estudiantes en sus procesos formativos y acompañarlos en su desarrollo como personas, como agentes de cambio.
El poder ser parte del prestigioso Liceo Bicentenario Provincial Santa Teresa de los Andes es un orgullo que trato de transmitir no solo con mis palabras si no también con mis actos a mis estudiantes, ya que desde el primer día que pise las aulas de este gran liceo entendí que “ser el cambio que quieres ver en el mundo” no es solo una frase institucional, es una realidad que la vivimos día tras día en las salas de clases esta gran institución.